Sofia Blass's profile

Divina Comunicación.

La Comunicación Divina.

     Existen infinitas formas de intercambiar información entre humanos y en pleno apogeo de la era digital las posibilidades son extensas, desde el más simple “hola” que articulamos en modo automático, hasta los lenguajes binarios, la señales de humo y las mímicas, todo a diario nos mantiene en contacto, un poco más cerca… o quizás más lejos, pero siempre en constante comunicación.

     Los animales después del hombre también se comunican, las hormigas tan dedicadas a su labor, las abejas que siguen estrictas ordenes de su reina, todo por funciona como un conjunto armónico de engranajes que mueven las necesidades de cada especie para la perseverancia en este planeta selvático en el que a diario se vive una lucha para la supervivencia en la naturaleza y la jungla de cemento las reglas son las mismas, el pez grande devora al pequeño, actúas o mueres, una mala palabra y estas fuera del juego.

     ¿Pero ha de ser solo primitiva está gracia divina de tratar con otros? No. El arte y la literatura son obras que crean expresiones provenientes del alma, haciendo del mero acto de comunicación la más hermosa de las esculturas. De esta manera el arte que proviene de un artista puede ser muy colorido, lleno de valles, verde pasto, lindas damiselas victorianas, mujeres al natural, masculinidad, hombría, deseo, destellos ávidos de una mente llena de fulgor y juventud; asimismo puede mostrarse en un lienzo oscuros recovecos de la mente, horrores que hielan la sangre caliente que corre por las venas, salvajes espíritus, mirar la soledad a los ojos y reconocerla en la pintura de alguien ajeno a ti, pero que siente eso mismo que ahí dentro de lo que crees solo tuyo.

     El arte ha de ser entonces, un regalo místico que acerca cada una de nuestras mentes y corazones alejándose del hecho de ser un simple intercambio de ideas. Qué haríamos nosotros sin la inmutable Gioconda, pintura trascendental que atrapa desde el momento de su creación a todo cual la admire, o sin Metamorfosis de Narciso de Salvador Dalí quien expresaba de forma provocativa y surrealista sus vivencias íntimas, Dalí fue ese pintor español pasional que plasmaba en sus obras el carácter distintivo con lasitud y fervor, surrealista, exquisito y arriesgado.

     Vincent Van Gogh, sencillamente sublime, el lector debe detenerse en este instante y pensar en sus pinturas, una maravilla, aquel artista humilde que sufrió toda su vida hasta que acabó con ella y pintó cuando el mundo le cerraba las puertas, pintó cuando estaba solo y quizás llorando, pintó cuando no había rayos de esperanza en su caminar, pintó el rechazo y pintó la tristeza en todo lo que abarca, transformándose en inmortal luego de haber muerto. Una vida breve y trágica la de Van Gogh, pero ¿acaso así no nos sentimos así? En sus pinturas hallamos el respiro de lo que a él lo ahogaba, nos ha plasmado en un cuadro el sosiego de la rutina y la agonía, para que cuando sintamos que ya no hay esperanza veamos su obra de arte y recordemos que aún hay que luchar. Sin importar cuantos años pasen desde que el vivió hasta ahorita el cielo sigue siendo así y nuestra tristeza habita debajo de las nubes; por muy desdichada que lleguen a ser la condiciones  hay un rayo de ilusión que tuerce la vía férrea a la muerte negra.

     Por otra parte no debemos olvidarnos de la literatura, otro presente celestial de un autor a su lector. Los libros pueden ser herramientas que permiten conservar las memorias con el transcurrir de los años, tener información tan básica como todo manual de principiantes, los hay con valiosa información de estudio científico: matemática, medicina interna, física, química, fisiología, etc. Y también están aquellos libros que te atrapan y te cambian la forma de ver el mundo, esos son los mejores, están bañados en oro por lo valiosos que son para nuestra vida.

     Los libros son un intercambio de consejos e ilusiones entre quien escribe y los que leen. Para el escritor cuando crea una obra está abriendo su corazón mientras deja fluir por medio de cada letra, palabra, oración e idea un sentimiento, una idea tácita, un secreto que el lector descifra cada página que avanza, en cada virar de una hoja, cada línea que su ojo recorre es una idea una forma en la que la rutina se transforma, en la que escala un peldaño a la sabiduría. Hay un pacto entre el libro y tú, una forma de comunicarnos profusamente ondeando entre el infinito océano. Tantos libros por leer y tan corta vida.

     Dante nos ha dejado la Divina Comedia, libro que nos da una visión del infierno, el purgatorio y el cielo, una expresión perfecta del arte medieval en el que él relata su paso a través de estos tres sitios al cual puede ir a parar nuestra alma; la Divina Comedia es un largo poema que ha inspirado pinturas y sigue siendo motivo de matices porque cada quien lo interpreta distinto. Goethe, que tuvo una gran influencia en Alemania por su novela Los Sufrimientos del Jovén Werther, fue de tanto alcance que puso de moda el suicidio entre los jóvenes de la época; lo que deja en claro que la literatura es un reflejo, una pasión escrita que entiende los gritos que no pueden escucharse. Por ello mencionaba anteriormente, que es un pacto silencioso entre el autor y su lector.

     El hombre ha convertido la comunicación primitiva y de supervivencia en arte, para que no solo sea un vil acto de hablar sino de entender, de identificarnos entre nosotros en silencio, porque para la pintura no se necesitan palabras en el arte se necesita mirar con la conciencia y escuchar al corazón. Que primor aquel que se atreven pintar, a escribir para otros soñadores y crear un lazo irrompible, porque el lector nunca olvidará la obra que lo ha marcado dejando un camino de flores por su alma. Hay que tomar un respiro de la rutina y comenzar a abrir los libros y frecuentar museos.
Divina Comunicación.
Published:

Divina Comunicación.

Redacción de articulos e historias creativas.

Published:

Creative Fields