EL CORAZÓN DELATOR //29MAYO2014
El corazón delator, también conocido como "El corazón revelador", es un cuento del escritor estadounidense Edgar Allan Poe, publicado por primera vez en el periódico literario The Pioneer en enero de 1843. Lo republicó más tarde en su periódico The Broadway Journal en su edición del 23 de agosto de 1845. Es considerado generalmente un clásico de la literatura gótica, y una de las obras más importantes de su autor. Ha sido adaptado y servido de inspiración en numerosas ocasiones, y en distintos medios.
La historia comienza con la platica de un asesino con el fin de determinar si este padecía demencia; el narrador trabajaba en la tienda de un anciano con ceguera, uno de sus ojos que estaba velado por una película pálida y azulada semejante a los ojos de un buitre. La relación entre los personajes es algo secundario; lo principal es el empeño en la comisión del crimen perfecto ya que insiste desde el primer momento en que es una persona normal con sentidos muy agudos. En medio de la charla reconoce que cada vez que miraba ese ojo le provocaba ansiedad y es así como decide entrar a su casa para espiarlo por las noches, regocijándose del triunfo que le producía el pensar que estaba ahí sin que él siquiera lo notara. Su negación de la locura esta basada, sobre todo, en lo sistemático de su conducta homicida; es el mismo quien relata a lo largo de la historia la impecable forma en la que lo hacía con la ayuda de una linterna de luz muy fina y cautela para poder apuntarle a los ojos, como siempre estaban cerrados le robaban sus ganas de matarlo, porque en realidad no había otro motivo para llevar su propósito a cabo.
La octava noche tratando de entrar, su pulgar resbala de la lámpara provocando ruido, el anciano despierta y se sienta preguntando. -hay alguien ahí?, el asesino no hace ningún ruido durante una hora pero puede sentir el sonido ahogado que brota del fondo del alma del anciano cuando el espanto la sobrecoge al intentar imaginar que aquel ruido era inofensivo, entonces el asesino abre la linterna, lo tira al suelo y le arroja encima la pesada cama, este sonríe alegremente al ver que el hecho estaba consumado aunque también logra sentir lástima por él.
Para deshacerse de la evidencia quita varias tablas del piso e introduce el cuerpo desmembrado del anciano. Más tarde llega la policía diciendo que habían recibido una llamada de los vecinos preocupados por ruidos que habían escuchado, el asesino confiado los conduce al cuarto bajo el cual yace el cadáver negando todo tranquilamente. Ya que los caballeros estaban por irse, la paranoia se va apoderando de el y comienza a escuchar ruidos cada vez más fuertes que surgían del suelo. Al pensar horrorizado que era el corazón del viejo que lo estaba delatando, imagina la crueldad de los policías que se burlaban de su horror al fingir que no escuchaban también, por último se derrumba y confiesa desesperado, así, la escena final no es más que el resultado del sentimiento de culpa del personaje.
