La harina es el polvo resultante de la molienda de los cereales, semillas, legumbres o tubérculos. Un producto que, por sus características, no llama la atención y es bastante similar en todas sus variaciones. Por ello, el envase actúa como una herramienta esencial para la venta.
Este ingrediente precisa de una correcta conservación para evitar que pierda sus propiedades: una vez abierto, debe extraerse el contenido e introducirse en un recipiente hermético, lo que hace que el periodo de vida del envase sea, en general, bastante reducido.
El siguiente diseño es una propuesta que facilita el paso de un contenedor a otro, a la par que se diferencia formalmente del resto de envases de este ámbito. Presenta una alternativa de menor cantidad para aquellas personas que viven solas.
