En las aguas del rió su imagen ofrece un espectáculo distinto. No lo confundas con refracción ni reflexión, Lo que vez es un océano, podría bien ser un estanque, rebosante de vida, Una de tantas maravillas que debe haber dentro de ese infinito. a te ahogaste? Ni notaste que estabas bajo el agua. 

Hebras, pero no son solo eso. Ya no quemaran nada a su alrededor A menos que que los rayos cósmicos fulminantes que emanan esas estrellas atraviesen la ventana que conforma ahora el volumen de sus cabellos.

El material del resto de lo que tu crees que es, un cuerpo, da la no-errónea impresión de que se trata de un continuo lactoso infinito que hasta ahora creías que solo era posible distinguir en un profundo hoyo en las noches mas oscuras. No hay nada en su superficie que permite que apartes la mirada. Si pudieras te darías cuenta de que no hay nada "Natural" en al manera en la que luz se manifiesta en la presencia de - 

En cuanto a propiedades ópticas se trata, su imagen distingue dos grupos de materiales, el de su ondulada melena te hace pensar de forma casi hipnótica que un flujo de magma incendiará hasta el aire que los rodea a ti y a ella en ese curioso claro donde finalmente te das cuenta de que estas perdido.

Sus piernas experimentan una metamorfosis al sumergirse en las aguas del rio. Captivantemente los vellos se disuelven en el cristal liquido. Nada. Bañarse en estas aguas es el unico ritual comun entre los dos dioses de ese bosque.

Tu cuerpo mantendrá un nivel de oxigeno decente hasta por 8 minutos, y cuando respiras automáticamente solo tomas 4 bocanadas por minutos. Todos los personajes que creamos son proyección de retazos propios. El arte de juntar retazos.